El
líder de Al-Qaeda ordenó a los terroristas en Pakistán y Afganistán que
organicen el atentado en los Estados Unidos. El ataque iba a cometerse
cuando el presidente y el ahora jefe de la CIA viajaran en avión.
De
acuerdo con varios medios norteamericanos, el Gobierno estadounidense
descubrió, en una serie de documentos, que Osama Bin Laden trabaja en un
atentado contra Barack Obama y el entonces jefe de la OTAN en
Afganistán, David Petraeus, al momento de su muerte.
El
líder terrorista había ideado un plan, que debía ser llevado a cabo por
las células de la organización en Pakistán y Afganistán, para atacar el
avión del presidente estadounidense y del general.
Bin
Laden explicó a sus seguidores que la razón para concentrarse en ellos
era que "la muerte de Obama convertiría automáticamente en presidente a
Joe Biden", quien en su opinión, "no está en absoluto preparado para el
puesto, lo que sumiría a los Estados Unidos en una crisis".
Sobre el asesinato de Petraeus, consideraba que el crimen "alteraría el curso de la guerra" en Afganistán.
Fuentes
de la administración demócrata consultadas por The Washington Post
aseguraron que esa trama no supuso, en ningún momento, una amenaza para
la seguridad del mandatario.
El
hombre en el que Bin Laden confiaba para ejecutar el plan era el
terrorista paquistaní Ilyas Kashmiri. "Por favor, pídanle al hermano
Ilyas que me informe de los pasos que tomó para llevar a cabo la
misión", escribió a su lugarteniente Atiyah Abd al-Rahman.
Kashmiri fue abatido por el ataque de un avión no tripulado estadounidense un mes después de que cayera el jefe de Al-Qaeda.
En
una directiva de 48 páginas, le pedía a Atiyah enfocar "todos los
esfuerzos para que los ataques fueran cometidos en los Estados Unidos".
Lo instaba a consultar a todos los integrantes de la red para hallar a
alguien que tuviera un pariente viviendo o que pudiera ingresar a
territorio estadounidense.
En
otro documento, reflexionó sobre "errores de cálculo" por parte de los
aliados en Irak y otros lugares donde se habían matado a musulmanes,
incluso en las mezquitas. Le ordenó a su lugarteniente que advierta a
los líderes regionales para que eviten esas "bajas civiles
innecesarias", que fueron perjudicando a la organización.
"Derramar
sangre musulmana dio lugar a la enajenación de la mayoría de la nación y
los jefes locales de Al-Qaeda deben pedir disculpas y hacerse
responsables de lo que pasó", aseguró.
Los
archivos se encontraban en el complejo en el que Bin Laden fue
localizado y abatido en la localidad paquistaní de Abadabad, en la
madrugada del 2 de mayo de 2011.
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